La contribución de la Técnica metamórfica al campo holístico en el que se busca el cambio, la transformación y la sanación, es excepcional.
En la sesión el practicante no se concentra en los síntomas y las dificultades sino que actúa como catalizador para proporcionar al receptor un espacio interior libre de instrucciones, interferencias e ideas preconcebidas.
La fuerza vital humana guiada por la inteligencia innata de cada persona es capaz de activar la energía del individuo según lo que este necesite y encaminarlo hacia lo más conveniente para él en cada momento. (...)
La tierra actuará como catalizador de la semilla, y la energía que la semilla encierra echará raíces y producirá un brote.
Estos dos elementos entonces aportarán a la planta todo lo que esta necesita para alimentarse. Evidentemente es necesario que se produzca un contacto entre la tierra y la semilla; y en el caso de la técnica metamórfica, dicho contacto se establece cuando el practicante toca ligeramente los puntos reflejos de los pies, las manos, y la cabeza del receptor.
Debido a su simplicidad y al hecho de que la sesión pueda parecer muy placentera y relajante, cada vez son más las personas que disfrutan semanalmente de esta técnica a la que consideran una herramienta de transformación que les permite percibir su autentico potencial como individuos.
Gaston Saint Pierre